aranzitablog

Monday, November 27, 2006

El organigrama de 60 minutos

Durante toda la película, de “El Dilema”, no nos muestra un gran organigrama. Sólo vemos al productor, al presentador y al director del programa. Observamos que el presentador representa un gran peldaño dentro de la organización, participa en todo momento en la toma de decisiones. El director del programa adquiere protagonismo cuando tienen que decidir si emitir o no la entrevista. Y el productor vemos como se encarga de buscar las noticias más importantes y de contactar con las fuentes. El productor es el encargado de sacar adelante todo el programa y de apoyar a las fuentes.
También observamos como una simple intervención de los jefes de la CBS puede hacer que una de las mejores entrevistas, tratando un tema de salud pública, casi no logre ver la luz. Los jefes son una pieza clave dentro del engranaje de un medio de comunicación tanto para situaciones buenas como para las malas. En este caso observamos que los jefes se muestran contrarios a la entrevista por miedo a una demanda de la tabacalera, bueno más que nada se niegan por intereses económicos.
A la hora de decidir si publicar la noticia, se reúnen el productor, el presentador y el director del programa, todos ellos condicionados por la negativa de los jefes, menos el productor que quiere seguir adelante con el trabajo realizado.
Aunque no se observe al resto de la plantilla, un programa de tanta envergadura social tendrá detrás un gran equipo de redactores.

Saturday, November 25, 2006

Con la fuente hasta el final

Durante toda la película, de “El dilema”, la fuente principal y la más importante es Jeffrey Wigand, el ex directivo de una de las tabacaleras más importantes del país, Brown & William.
Lowell Bergman es el productor de unos de los programas más visto en EEUU, “60 minutos”, que se dedica al análisis e información periodística. El programa es una máquina de hacer dinero y genera más de la mitad de las ganancias de la cadena CBS, donde se emite.
Jeffrey Wigand es una fuente informativa para Lowell Bergman, ya que es una persona que observa y participa en un determinado hecho. También, la podemos considerar una fuente espontánea porque observamos que desde que se encuentra con el productor quiere contarle lo que sabe pero, no encuentra la manera de hacerlo. Podemos considerarla en un principio una fuente confidencial porque él no quiere que aparezca su nombre, por eso cuando su nombre se hace público desconfía del productor echándole en cara que el no protege a sus fuentes.
En un momento de la película observamos como los propios periodistas actúan de fuentes para otros periodistas, se pasan información de manera clandestina. Esto lo observamos cuando el productor Lowell Bergman, le pide a un compañero del “The New York Times” que retrase el artículo que va a sacar sobre Wigand porque se basa en una información falsa y manipulada para realizar una campaña de desprestigio. Y entonces, él le aporta la información buena, para que el periodista la pueda contrastar.
El uso de las fuentes es bueno, Bergman apoya su fuente principal desde el principio hasta el final y se juega su propio trabajo para que la entrevista salga a la luz.
Bergaman nos muestra como se debe tratar a una fuente, apoyándola en todo momento, estando con ella y nunca dejarla en la estacada. Después, de que la entrevista se emita Bergman decide dimitir porque después de todo lo sucedido no sabe como tratar a su próxima fuente y que decirle, porque ahora ya no se siente seguro de poder proteger a sus fuentes como se merecen.

La verdad un requisito fundamental

El segundo capítulo del libro “Elementos del periodismo” trata sobre la verdad. El tema de la verdad es una de las premisas básicas del periodismo y de un buen periodista. Pero, como se apunta en el capítulo “¿qué es la verdad?”.
Esta pregunta en el mundo del periodismo es contar los hechos tal cual han pasado, sin inventar nada.
La verdad no tiene que estar relaciona con el ser objetivo en una noticia. Porque aunque la objetividad también es una premisa básica del periodismo es muy difícil de cumplir. Ya que nunca se puede ser objetivo, porque por el simple hecho de enfocar una noticia ya estás aportando tu propia opinión, o por introducir unas declaraciones y no otras.
Los periodistas informan a la sociedad y no la pueden informar de hechos falsos o mentiras. En todo momento todas las informaciones tienen que estar contrastadas y tienen que aportar la verdad.
Desde sus inicios el periodismo tiene como requisito fundamental la verdad. Los periodistas tienen el compromiso de aportar las noticias con toda la veracidad que les sea posible. Lo que pasa es que en la actualidad la prensa se centra más es buscar una gran noticia para captar la atención de toda la audiencia que les sea posible. Porque la audiencia está más fragmentada.
Pero, a pesar de todo esto, el periodista tiene que buscar siempre la verdad en todas sus informaciones, tiene que informar de la forma más rigurosa posible y plasmando siempre la realidad de los hechos. Es decir, tiene que intentar ir siempre con la verdad por delante.

Monday, November 06, 2006

Fuentes falsas

De los 41 artículos escritos por Glass para la revista “The New Republic”, 27 fueron inventados en su totalidad o parte de los hechos que plasma. Para llevar a cabo esta “gran hazaña”, por así decirlo, Glass utilizaba varios tipos de fuentes.
La fuente más utilizada es la propia, esta se basa en las relaciones que establece el periodista con la gente. La fuente principal de la noticia en todo momento es el niño y su representante. Este tipo de fuentes son muy difíciles de comprobar porque sólo se ponen en contacto con el periodista. A través de estas fuentes casi todas las noticias falsas de Glass se sustentaban.
Cuando Glass se empieza a notar acorralado por su jefe y por los periodistas de la revista “Forbes”, comienza a crear cosas para que esa noticia inventada en su cabeza exista. En primer lugar crea una página web de la empresa de software. Así de esta manera puede sustentar parte de su noticia en una fuente institucional. Las fuentes institucionales tratan de trasladar los mensajes positivos sobre su empresa y en muchas ocasiones silenciar temas considerados peligrosos.
Estas dos fuentes son las que más vemos reflejadas en la película, pero en todo momento son fuentes inventadas que no tienen ningún dato verdadero y ningún valor periodístico.
Con esta película se pone de manifiesto que aunque te inventes las fuentes, realices páginas webs falsas, siempre hay algún cabo suelto que al final sale a la luz. Y la mentira es algo que más tarde o más temprano se descubre.

De la imaginación al papel

Stephen Glass es un joven recién salido de la facultad que rápidamente se convierte en redactor de la plantilla de la prestigiosa revista de actualidad y política “The New Republic”, la única revista que sube en el avión del presidente. Al mismo tiempo es articulista por cuenta propia para publicaciones tan conocidas como “Rolling Stone”, “Harper´s” y “George”.
En los años noventa se convierte en uno de los periodistas jóvenes más solicitados de Washington, con una gran carrera profesional por delante.
Los periodistas de “The New Republic”, se reunían para que cada uno aportara su tema a tratar esa semana. En todas las reuniones Stephen Glass cautivaba a todos con sus historias fantásticas. Eran historias que en muchas ocasiones no tenían ni pies ni cabeza, pero su forma de contarlas, su reproducción de los hechos hacia que al final todos pensaran que era una buena historia y que tenía que ocupar un lugar en las páginas de la revista.
Era una persona muy querida y admirada por sus compañeros, tanto que hasta que no se llegó a demostrar a ciencia cierta la verdad sobre sus noticias todos le apoyaban.
En una de esas reuniones Glass comenta que tiene una historia sobre un pirata informático menor de edad que ha extorsionando a una gran compañía de software y con la cual va ha firmar un lucrativo contrato, para que este chico trabaje para ellos. Como no es de esperar el artículo sale publicado, con un gran titular “El paraíso del hacker”.
Un periodista de la revista “Forbes” lee el artículo y algo le huele mal y empieza a investigar. Empieza a darse cuenta de que esa compañía no existe, de que nunca hubo una convención de hacker, de que ninguna de las personas que nombra existen en realidad.
Todos estos datos son comunicados al jefe de Glass, que en un principio confía en él pero, más tarde se va dando cuenta que cada mentira es más grande que la anterior y descubre que la mayor parte de sus artículos han salido de su imaginación.
Esta película es un caso real y eso te hace reflexionar, como una persona puede llegar a inventarse noticias, noticias que luego son leídas por millones de personas que confían en lo que está escrito. Confían porque las escribe un periodista y porque salen publicadas en un determinado periódico. Esa confianza es algo intocable, algo que nunca se deba llegar a romper. Porque algo roto luego es muy difícil que se vuelva a pegar.